info ¿La idea de la pizza del día anterior te da escalofríos? Independientemente de si la compramos o si utilizamos la receta del libro de cocina de la abuela; la cuestión de cómo recalentar este manjar de la manera correcta ha preocupado a la humanidad por más tiempo del que cualquiera de nosotros quiere recordar. Entonces, dejemos las cosas claras. Aquí hay dos maneras tan fáciles de hacer que esas rebanadas de aspecto triste tengan un sabor como nueva una vez más.
¿Cómo recalentar pizza en el horno?
Si has intentado recalentar tu pizza en el horno antes de hoy. Es posible que estés sacudiendo la cabeza ante la sola idea. Si bien el horno a menudo puede resultar en una rebanada seca de queso pegajoso, hay una manera de hacerlo bien.
Paso 1: Precalentar el horno a 375ºF
Es absolutamente crucial que permita que el horno se caliente por completo antes de intentar recalentar tu sabrosa pizza. Lo último que deseamos es que nuestra comida se caliente poco a poco.
Paso 2: Cubra una bandeja para hornear con papel de aluminio
Cubre una bandeja para hornear con papel aluminio y pónlo en el horno durante unos minutos. La idea es calentar la bandeja y el papel de aluminio antes de que toque la pizza.
Paso 3: Pon la pizza en el horno
Retira con cuidado la bandeja caliente y coloca la pizza sobre ella. Vuelve a introducir la bandeja en el horno durante unos 10 minutos, comprobando de vez en cuando que no se queme. El resultado final debe ser una rebanada caliente, sabrosa y crujiente.
¿Cómo recalentar este platillo en una sartén?
Si no quieres usar el horno, hay otra forma un poco más rápida de recalentarla. Puedes usar una sartén, ¡sí, la misma que usas para esas sabrosas cenas y comidas típicas! Puede sonar un poco extraño, pero muchas personas confían en este método de recalentamiento. Esto es lo que debes hacer:
Paso 1: Calentar la pizza en la sartén
Usa una sartén antiadherente (también lo tenemos cubierto con utensilios de cocina) y colócala a fuego medio. Agrega la porción fría de pizza directamente en este utensilio y caliéntela por solo un par de minutos.
Paso 2: Agrega un par de gotas de agua
A continuación, añade un par de gotas de agua a la base de la sartén. Asegúrate de que las gotas estén al costado de la pizza.
Paso 3: Cubra la sartén
Coloque la tapa sobre la sartén y continúe calentando la pizza durante un par de minutos más. La idea es que la sartén se vaporice y derrita el queso. Finalmente, saca la rebanada de la sartén y disfruta del queso derretido y la base crocante.
Por supuesto, también hay muchos amantes de la pizza fría, pero para tus amigos que buscan recrear ese sabor de pizza fresca, ¡esto los llevará a ese delicioso punto!
