info La pizza de chile relleno es más una escultura que una pizza: un lecho de masa acolchado con salsa de tomate y un trío de quesos -de Zacatecas, Chihuahua y Monterrey- y luego media docena de chiles rebozados y rellenos de queso. Es una obra de arte pop que podría haber salido del estudio de Claes Oldenburg -si Claes Oldenburg hubiera sido un pizzaiolo punk de Ciudad de México-.
Zona para las pizzas en CDMX
El local de la cadena en el centro de la ciudad, ocupa la cáscara de un edificio colonial fuertemente grafiteado en la calle Donceles, donde hay un bol de patinaje en la zona de comedor. El menú, que también es un fanzine de arte, incluye casi una docena de pizzas especiales con ingredientes como carnitas y chilorio, un guiso de cerdo sinaloense. La pizza más conocida viene con capas geológicas de chilaquiles en salsa verde, pollo desmenuzado y frijoles refritos.
Pizzas únicas para todos
La pizza de chilaquiles nació cuando un grupo de amigos del cofundador Tino Athié se presentó en la pizzería y le dio por comer gratis. “No quería darles la pizza cara”, recuerda. “Así que cogí unos chilaquiles de más y los puse en una pizza, y a todos les encantó. La gente empezó a pedirla, así que la pusimos en el menú”.
México lleva mucho tiempo enamorado de la pizza. Los inmigrantes italianos han habitado la ciudad en números significativos desde finales del siglo XIX, haciendo que la pasta y la pizza formen parte de la comida diaria. En 2017, el país alberga unas 700 franquicias de Domino’s en donde puedes personalizar y ordenar pizza a domicilio cerca de mi. Además, en la última media docena de años han florecido los puestos de pizza de estilo napolitano en Ciudad de México.
Además, ha surgido una oleada de pizzas más extravagantes -pizza exótica, como la bautizó un bloguero gastronómico- que están reimaginando el plato de forma exuberante e inherentemente mexicana. Hay pizzas con capas de aguacate y chiles, y otras con queso azul y carne asada.
