info Los chilaquiles son sin duda alguna uno de nuestros platillos mexicanos favoritos, no solo de nosotros, también de los extranjeros. Y es que son una gran opción para cualquier momento del día, desde el desayuno o la cena.
Ya sean rojos o verdes con pollo o con arrachera sin duda alguna guardan un secreto detrás de su gran sabor. Hoy te contamos un poco más de este platillo
¿Qué son?
Lo primero es lo primero: Es un plato en capas que comienza cocinando a fuego lento tortilla frita en salsa, se puede hacer con tomates para una salsa roja o tomatillos para una salsa verde. Las tortillas se ablandan a medida que se cocinan a fuego lento, infundiendo la salsa con su sabor salado y creando una salsa perfectamente espesa.
A partir de ahí, los chilaquiles son completamente personalizables según su gusto y estado de ánimo. Hazlo carnoso agregando tocino, carne de res, chorizo o pollo, o mantenlo apto para vegetarianos y cúbrelos con tus vegetales asados favoritos.
Terminarlos con huevos fritos o revueltos es una excelente manera de aumentar las vibraciones del desayuno. Y, por supuesto, siéntete libre de espolvorear montones y montones de queso rallado; una mezcla de quesos mexicanos funciona bien, o puedes volverse elegante y usar cotija desmenuzable.
¿Cuál es el secreto detrás de los grandes chilaquiles?
¿Qué hace buenos a unos chilaquiles? claramente es el sabor que hay en cada bocado, para tener el plato perfecto y conocer el secreto de los grandes chilaquiles es necesario usar tortillas que estén muy fritas. Al estar muy duras van a absorber todo el sabor de la salsa. No olvides sazonar muy bien tu salsa con sal y pimienta al gusto. También es importante prestar atención a sus ingredientes.
La razón por la que los chilaquiles saben tan bien es su combinación de ricos ingredientes: tortilla, salsa y queso derretido. Considera aligerar las cosas equilibrando esos sabores con crema agria refrescante, cilantro herbáceo y cebolla rayada.
